Pasión y amor son sentimientos, por lo tanto
son muy difíciles de definir. Podríamos tener tantas definiciones como personas
existen, pero es cierto que podemos coincidir en algunas generalidades que
compartimos. Primero podemos aclarar de qué tipo de amor hablaremos, porque
como bien sabemos podemos sentir muchos tipos de amor: amor tierno, amor de
hijo, amor de padre o madre, amor de hermanos, amor al prójimo, amor a uno
mismo, pero elegimos en este caso hablar del amor de pareja. Lo mismo respecto
de la pasión, podemos apasionarnos en una discusión, por ejemplo.
Todos sabemos que el amor y la pasión pueden ir juntos y también sabemos que no siempre pretenden lo mismo, podemos amar a una persona y podemos sentir pasión por un club de fútbol. Lo mismo podríamos decir del deseo, podemos sentir deseo por una persona y podemos sentir deseo por una remera, un par de zapatos, una comida rica. Entonces, no siempre están ligados el amor y la pasión.
En el mundo occidental, desde los griegos hasta nuestros días, se dice que la base del amor es la carencia. El amor nace de una falta, nos enamoramos de alguien porque en el fondo nos sentimos incompletos. Necesitamos a alguien para convertirnos o sentirnos un ser completo. Hombre y mujeres. También el amor tiene algunos amigos que lo rodean, aunque no siempre se expresan ni lo hacen todos juntos, pero están cerca. Así el odio, la angustia o el dolor aparecen en algún momento en escena.
La pasión como emoción, por su parte, es más parecida a una compulsión, a una motivación inmensa que nos impulsa, a un fuego interno que crece y arrasa. La pasión puede ser destructiva, la pasión nos puede llevar a un extremo. Tenemos la necesidad de satisfacerla, tal vez nos vuelve un poco irracionales, la pasión es caprichosa y siempre quiere ser satisfecha. En el caso de la atracción pasional entre dos personas, se mezcla con la necesidad biológica de la reproducción de manera inconsciente, por supuesto.
Todos sabemos que el amor y la pasión pueden ir juntos y también sabemos que no siempre pretenden lo mismo, podemos amar a una persona y podemos sentir pasión por un club de fútbol. Lo mismo podríamos decir del deseo, podemos sentir deseo por una persona y podemos sentir deseo por una remera, un par de zapatos, una comida rica. Entonces, no siempre están ligados el amor y la pasión.
En el mundo occidental, desde los griegos hasta nuestros días, se dice que la base del amor es la carencia. El amor nace de una falta, nos enamoramos de alguien porque en el fondo nos sentimos incompletos. Necesitamos a alguien para convertirnos o sentirnos un ser completo. Hombre y mujeres. También el amor tiene algunos amigos que lo rodean, aunque no siempre se expresan ni lo hacen todos juntos, pero están cerca. Así el odio, la angustia o el dolor aparecen en algún momento en escena.
La pasión como emoción, por su parte, es más parecida a una compulsión, a una motivación inmensa que nos impulsa, a un fuego interno que crece y arrasa. La pasión puede ser destructiva, la pasión nos puede llevar a un extremo. Tenemos la necesidad de satisfacerla, tal vez nos vuelve un poco irracionales, la pasión es caprichosa y siempre quiere ser satisfecha. En el caso de la atracción pasional entre dos personas, se mezcla con la necesidad biológica de la reproducción de manera inconsciente, por supuesto.
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